Hoy viendo la televisión me moría de risa. Nada más tomar posesión el gobierno en Grecia, un gobierno fruto de un acto democrático sin precedentes en mucho tiempo en Europa y que puede romper, aunque sólo sea por reacción, una ausencia claustrofobica de ideas politicas y de fuerzas nacionales a favor de la clase media, la única crítica unánime y publica es que no es un gobierno paritario. Como si los grandes hechos tuviesen algo que ver con el género de los que los hacen o los convierten en posibles. Como si lo esencial, preguntarse que han hecho esas personas para estar ahí, se convirtiera en accesorio frente a la frivolidad de pensar que buscar la media estadística puede hacer que algo deje de ser mediocre o mejorar por la forma y no por el fondo. En esta situación de incredulidad y patetismo me han dejado los líderes preclaros de la política en Espaňa. Decretar el progreso y la democracia en funcion de que haya igual de calvos que con pelo en la cabeza o guapos que feos, o con polla más pequeña o más grande en el Gobierno es lo mismo que la mitad tengan que tener pene y la otra mitad vagina...sencillamente una gilipollez. Pero como estamos en la época en que lo superficial supera a lo profundo, lo accesorio a lo esencial, apague la tele y seguiré de charla con mis camaradas llamando al pan pan y al vino vino....riendo , amando , cumpliendo, follando y muriendo.
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