sábado, 29 de noviembre de 2014

Amistad

Poder , gloria  y riqueza todo se marchita antes de florecer. Solo una cosa perdura ante los avatares si es verdadero: la amistad
Amistad es recibir el calor de la hoguera en la gelidez del invierno y el frescor del agua dadivosa ante el fulgor veraniego del sol.
Cuando la amistad es falsa  recibimos mas de lo que ya tenemos y siempre cuando no lo necesitamos. De nada sirve la hoguera en el hogar ya calido ni el agua en la heladas llanuras.
Como los grandes vinos la amistad siempre gana mas valor con el tiempo. Solo una gran amistad comprende los cambios de un hombre, sus vicios y sus virtudes hasta su final.
La camaraderia del guerrero en su clan o del soldado en su regimiento asi como los juegos entre niños y adolescentes son siempre el preludio donde se forja con crudeza y diversion la amistad mas pura. La amistad como todos los sentimientos mas excelsos solo nace del hombre cuando esta desnudo ante si y los demas ,es solo el mismo o sirve en sacrificio a algo mas grande que el.

martes, 25 de noviembre de 2014

Las perchas de mi abuelo

Hay cosas que no pueden describirse en 100 palabras ni siquiera con 1000. Simplemente no pueden expresarse con palabras. Hoy abri el armario para vestirme. Con pereza matutina.Pero sobre todo esa depresion contemporanea  permanente del hombre condenado por el mismo y su sociedad indolente a un destino siempre caducado. Pense en una chaqueta para llevar puesta pero no la vi. La deje a un lado del armario sin colgar...y en ese momento las vi como una luz en el oscuro habitaculo con olor a perfume canela . Eran las perchas de mi abuelo. Mi madre me las dio cuando murio mi abuela entre las cosas que ella no podia guardar. Ella las tenia en su armario . Mi abuelo era ebanista y las hizo el mismo. Unas para que duraran toda la vida como decia el. Hoy las veia ahi presentes, pesadas, solidas y perfectas. Trabajadas a mano con esmero,permanentes ,como nada de aquello que rondaba por esa casa de alquiler temporal en la que ahora vivo. Lo que hacia mi abuelo era como el. Una muralla , una fortaleza que siempre amalgamo con su conducta, con los suyos y no solo en brindis al sol, de cara a la galeria como estilamos ahora. Un guerrero de la virtud, de eso que no se ve, y que los hombres dilapidamos por cuatro billetes manoseados. Si creo en los hombres aun es por alguien como el. Alguien que en todas sus obras dejaba una impronta de perfeccion , amor, esfuerzo y eternidad.
Un hombre que en su infinita sabiduria interior impregno sus valores en todo lo que hacia como manejaba el barniz y el formon. El martillo y la sierra.
Por eso su memoria vivira en mi y su esencia en mis hijos hasta el fin de nuestra pequeña prole.
Seguira en sus perchas ,como su alma alla donde este.

martes, 4 de noviembre de 2014

Supervivencia

Cuando los hombres mas nos pensamos alejados del camino de la barbarie mayor es el instinto que nos lleva a lo mas basico de nuestra naturaleza. Es curioso en las decadas de las epocas mas superficiales y mas sofisticadas de la civilizacion el sexo ocupa siempre uno de los altares mas expuestos y notables de su cultura. Esto tampoco nos abandona en las epocas mas gloriosas pero en una de sus formas mas  sublimes la de busqueda de eternidad. A traves de la familia y los hijos , las grandes construcciones colectivas, las religiones o en eras de grandes exploraciones el hombre solo atisba una parte de su ser mas primigenio: su origen y su meta mas antigua. Ambas caras no son mas que un afan unico de cualquier cosa viva innata a nuestra naturaleza lleve los ropajes que lleve: supervivencia

lunes, 3 de noviembre de 2014

Una tarde de otoño de la civilizacion

En una tarde otoño camino por sendas regadas por hojas marchitas , secas pero mojadas por la lluvia que limpia los caminos polvorientos del esplendor veraniego  Como los arboles , los hombres son generalmente de hoja caduca salvo algunas escasas especies de ellos que se refugian fuertes tanto al calor como al frio en la fortaleza de sus principios. Condensan su clorofila y la vitalidad de su savia en formas austeras y sencillas perdiendo a cambio de su solidez y permanencia la belleza de las formas de lo efimero y de sus jugosos frutos que portan semillas imperecederas mucho mas alegremente. Todo tiene un fin y un sentido y el ciclo de nuestra civilizacion ha llegado al otoño. Su semilla no esta ya en la superficie si no escondida bajo el suelo esperando la llegada de una primavera, de aquellos tiempos mejores para su progenie. Que solo las copas de los grandes arboles perennes protegeran de los aluviones y los aguaceros que vendran.

domingo, 2 de noviembre de 2014

La fuerza de la sencillez

Lo sublime siempre tiene un camino duro pero sencillo y otro tortuoso pero instintivo. El atractivo que tiene lo sencillo es lo de aquello maravilloso pero cotidiano que es dificilmente observable. La facilidad de apreciar lo ostentoso lo hace ridiculo y de facil acceso sin necesidad de especial refinamiento. Pero cuando la ostentacion es tan extravagante que utiliza y malgasta recursos en un fin se vuelve poderosa, atrayente y a veces con ese fin adecuado tambien sublime.
El segundo camino es el que se elige en esta nuestra epoca ,el ahora, y como todas las epocas barrocas  es excesiva, pomposa y de fines arbitrarios.
Sin duda creo que es en el camino de los grandes pensadores y filantropos , misticos donde esta la respuesta a una epoca de excesos sin fines.
Ese sera sin duda el futuro de los nuevos tiempos y la parquedad de su moda y su arte para los individuos y su exceso para sus simbolos el estandarte inequivoco de su comienzo.

El asalto a ceuta y melilla, las primaveras arabes y el problema ucraniano: hipocresia, mojigatería, ignorancia y realidad de un teatro geopolítico postimperial. Búsqueda de un nuevo status quo y paralisis economica

Asalto a Ceuta y Melilla



Hoy leía con cierta desazón y también con asombro los artículos con las fotos del inmigrante africano “herido” por las cuchillas de las verjas fronterizas en Melilla. Se exponían las terribles laceraciones como la pasión de Cristo en la cruz.

No veo como la provocación y el oprobio puede ayudar a los ciudadanos del otro lado de la valla , nosotros los españoles. Esa foto del campo de golf al lado de esa catástrofe migratoria sin precedentes desde el Imperio Romano hace que se le caiga a uno la cara de vergüenza. Semejante podredumbre moral e ignominia, ese poco respeto por la idea de lo que es justo y lo éticamente correcto en ambas partes solo puede terminar en la fuerza bruta.

Pero me resulta hilarante que aquellos que se rasgan las vestiduras con estos hechos la mayoría no sean cristianos, no crean en Dios y disfruten de todos los placeres del sistema que da lugar a estas situaciones paradójicas alardeando de ello.. Solo entendería semejante comportamiento compasivo y comprensivo en verdaderos cristianos que ponen la otra mejilla, pero no en ciudadanos plenos de civismo, al estilo de una polis griega, por ejemplo, orgullosos de sus derechos pero también de sus obligaciones y de sus leyes. No entiendo como esos ciudadanos quieren asegurar el bienestar de ellos y de los extranjeros que puedan acogerse a sus leyes defendiendo personas que, por muchas causas que tengan para invadir ilegalmente un territorio, no dejan de ser eso: intrusos en un lugar en el que existen unas normas para ser acogidos establecidas por sus pobladores. Pobladores que, con el sacrificio de siglos de ellos mismos y más aún de sus ascendientes, han convertido la misma tierra de la que ellos huyen en una tierra de promisión.

Entendería mucho más que esos grandes socialistas globales salieran del país para realizar labores humanitarias en aquellos países de los que los asaltantes son originarios o alistarse en ejércitos revolucionarios que quieran cambiar allí sus condiciones de vida. Incluso podría entender que promoviesen la acogida en sus casas particulares de todos ellos por caridad como buenos cristianos de nuevo cuño. Pero que con los impuestos y los derechos de los demás quieran hacer caridad…no lo veo sinceramente.

En el África no hace falta más caridad. Lo que hace falta es lo que cada vez es más difícil de encontrar aquí: organización y ética comprometida con la nación y sus habitantes. Desgraciadamente esto es mucho decir en África. Tal vez porque habría que empezar por definir que es nación allí como la entendemos y si podrían definirse como tales la mayoría de ellas, incluso que sus ciudadanos se reconozcan en ellas.

A mí entender, hay tres pilares escalonados indiscutibles de progreso, por este orden:

1) Homogeneidad y estadio mínimo cultural
2) Organización justa (entendida la justicia como capacidad de hacer cumplir la ley siempre en relación a la ética y los fines del grupo)
3) Proyecto común (lo que en política da lugar a una Nación con su Estado como instrumento administrativo en pos de un fin estratégico explícito o no).

Curiosamente en Europa y Occidente en general la construcción de los tres escalones está comenzando a desmoronarse de manera inversa: la globalización, producto final del fin de la Guerra Fría, está acabando con las naciones y con el nexo ciudadano de confianza en la comunidad como última expresión del capitalismo protestante anglosajón y su modelo de familia. A partir de ella todo el edificio del progreso occidental se está desquebrajando.

En la mayor parte de África no se cumple el primero de ellos y por ende el resto. Las causas de que esto no sea así radican en una ley no escrita de la historia: la colonización y posterior descolonización derivada de la caída de los imperios y/o naciones.

La comprensión del fenómeno migratorio y la pobreza endémica de esas zonas del globo está ahí. Ha habido muchos procesos de descolonización o postimperiales en el mundo desde el principio de la Historia.Todos ellos se han caracterizado por el vacío de poder que surge como consecuencia del retroceso del orden imperial a nivel territorial primero (y posteriormente culturalmente si es que ha existido).Solo en los casos en que ese orden es sustituido por otro del mismo sentido se mantiene un cierto nivel similar de civilización.

En este sentir de las cosas, la descolonización africana ha sido el proceso más traumático de todos los que han sucedido en la edad moderna y contemporánea por contra a la etapa postcolonial española e inglesa en América bastante exitosas.

En el caso español por la fuerte identificación cultural con la metrópoli, fruto de su estrategia colonizadora integradora, aunque con las peculiaridades indígenas y la interferencia extranjera que dieron de alguna manera al traste con la República Bolivariana y el Gran Méjico que podría haber sido el rival del sur de Estados Unidos y una pesadilla para los intereses británicos y franceses allí.

En el caso británico americano por la homogeneidad cultural de unos colonos que eliminaron o marginaron la población indígena. Se consiguió así, excepto por la libertad religiosa, obligada por ser el destino de todas las sectas protestantes de Gran Bretaña y Europa, un Estado monolítico en las ideas de la Ilustración francesa, que dejaban la religión, por otro lado, como un asunto del individuo.

En el continente negro la descolonización estuvo marcada por los intereses estratégicos de las potencias por sus materias primas en la incipiente era industrial, los compases y los cartabones. Por un lado la mayoría de las etnias no pasaron de una concepción animista y tribal de la existencia. No existió un verdadero esfuerzo colonizador que no evolucionara del “misionerismo” y la “santurronería” del S.XIX o algún que otro “iluminado” ,al contrario que la América española.

El contexto de interpretación darwinista y racista de la Historia, durante todo el S. XIX y parte del XX, fruto de sociedades con una enraizada cultura racial, como eran las centroeuropeas y británicas que dominaron el panorama militar, técnico y filosófico, no ayudo en este sentido.

Pero, por favor, en la pobreza del África negra no busquemos solo causas externas. La principal causa de falta de progreso en África son los africanos. Las causas que puedan alegarse, que terminan siendo meros inconvenientes en otras naciones que han salido del subdesarrollo, no eximen a los hombres, a todas las personas, de su responsabilidad en su propio crecimiento.

En los barrios marginales podríamos aplicar hechos similares a las argüidos para las naciones a todos los jóvenes que viven en ellos: explotación en subempleo, histórico de baja escolarización, cultura heredada etc…pero sin embargo hay algunos que salen de la marginalidad y otros que se hunden en ella. Es al final la capacidad y la voluntad de cada uno lo que aúpa para salir de esa terrible situación. No creo en el conductismo como ese irremediable destino de los hombres o los pueblos, visto a posteriori como justificación del presente. Creo que la salida al caos y la pobreza siempre está en nosotros mismos y los valores culturales heredados: nuestra idea de la riqueza, del bienestar y de nuestro propio “yo”, lo que llamamos honor o amor propio.

Desde mi perspectiva es obligación de Occidente, en aquellos lugares en que existe una incapacidad o imposibilidad de organizarse, intervenir en pos del desarrollo, más que con caridades “limpia conciencias” de multimillonarios o de clase media alta, en derrocar tiranos y aupar gobiernos más responsables con los ciudadanos y el bienestar de los que gobiernan.

Las Primaveras Árabes
El caso norteafricano merece un estudio concreto al igual que el de los estados negros con una fuerte cultura musulmana. La cultura musulmana y sus grandes imperios, los Califatos y la Sublime Puerta (el Imperio Otomano), perdieron su protagonismo geopolítico y geográfico a lo largo de la Edad Moderna y su vacío de poder fue poco a poco ocupado por las potencias imperiales europeas hasta que la dominación fue definitiva con la derrota turca en la I Guerra Mundial.

Nunca se realizó una verdadera integración cultural en Occidente de estos pueblos y la separación territorial fue una mezcla entre étnica – tribal y administrativa. La II Guerra Mundial fue un período de preparación para la descolonización, una descolonización marcada por el comienzo de la Guerra Fría. Los países musulmanes, caído el Eje al que habían apoyado por sus guiños a la causa árabe y descolonizadora, se alinearon con la superpotencia contraria a los derechos imperiales de los viejos estados burgueses e Israel: la Unión Soviética.

Egipto, Siria, Argelia y Libia cayeron progresivamente en la órbita soviética consiguiendo su independencia. Turquía se mantuvo pro occidental con Ataturk y sus herederos políticos a cambio de ayudas y protección ante la posible injerencia fronteriza de Moscú con sus minorías étnicas. Sin embargo caída la Unión Soviética se trastocó todo ese equilibrio.

Los “sátrapas materialistas” de la era soviética, líderes antaño de Oriente Medio, empezaron a sentirse amenazados. La “realpolitik” dio lugar, como en el Pacto Ribentropp-Molotov en la II Guerra Mundial, a algunas amistades peligrosas.

Esta es la gran apuesta estratégica de Washington por el control definitivo de Oriente Medio y de las reservas de minerales fósiles, el fin que justifica los medios, un alimentar a la serpiente en la idea de que podrá domarse: apoyar el panislamismo, un fascismo con germen religioso de clase media y baja, con oscuros orígenes democráticos, que propugna un fuerte retroceso en la occidentalización de las sociedades en esos países.

Rusia, por otro lado, sigue apoyando a los dictadores “occidentalizados”, especies en extinción de un socialismo autoritario ahora solo carcasa de lo que fue, véase el difunto Gadafi, que sostienen los precarios intereses de la Federación en Oriente Medio.

Así es como surgen las famosas Primaveras Árabes. Por la misma razón, sin duda, que provocó la intervención o apoyo a insurrectos en Afganistán, Irak, Libia ,Siria e Irán de Estados Unidos (con la sombra de Arabia Saudí e Israel) y la misma que propició la salida de la Unión Soviética de esos países. Esa fuerza panislámica, mezcla de fascismo y teocracia, claramente independiente de los intereses geopolíticos y que encuentra energía en sí misma, es uno de las grandes incógnitas geopolíticas del futuro: ¿cómo evolucionará y cuál será su materialización final en el mosaico de naciones musulmanas?

¿Sabe Occidente realmente lo que esta propugnando?

La autodeterminación de Crimea y el problema ucraniano
Dentro de la ruptura del status quo de la Guerra Fría con el derrumbamiento económico de la Unión Soviética, hay varios fenómenos imprescindibles para el entendimiento de lo que sucede estos días:

-El fin del Pacto de Varsovia, entramado de alianzas militares coercitivas y voluntarias entre los estados eslavos y ruso ,así como de las antiguas áreas de influencia alemanas en centro y este de Europa (Polonia, Checoslovaquia, Yugoslavia, Hungría, Rumanía , Bulgaria y Estados Bálticos y antigua Prusia Oriental)

-La reunificación alemana y la ascensión de su estrella de nuevo en el firmamento geopolítico europeo aún de la mano de Estados Unidos y con la UE como punta de lanza.

Estos dos hechos, que han marcado la Historia contemporánea, dejan un vacío de poder en Europa, sin precedentes desde el final de la I Guerra Mundial, que es progresivamente ocupado por la Unión Europea, acaudillada por una nueva Alemania que relaciona los intereses de esta comunidad de naciones a los suyos propios.

El éxito político de la UE a la alemana es incontestable en este sentido sin disponer de una fuerza militar propia. Pero no lancemos las campanas al vuelo. Su éxito es solo muestra de que el bloque atlántico sigue sin cambios desde la Guerra Fría y que la UE es instrumento, aunque sea a su pesar, de los intereses norteamericanos en Europa con la OTAN como organización militar. La gran damnificada de esta situación es Rusia.

Rusia ha visto como perdía peones sin poder hacer prácticamente nada para sostenerlos.

Primero perdió la Yugoslavia de Milosevic, con su desmembramiento y la práctica liquidación de Serbia, con independencia de Kosovo incluida, en una intervención de la OTAN.

Después ha visto como caían los regímenes amigos de África: Egipto y Libia. A Siria la sostiene a duras penas.

Eso sin contar con la pérdida total de influencia y mercados cuando la Unión Europea le ha arrebatado las relaciones preferenciales con Polonia, Hungría, Rumanía y los Estados Bálticos.

La última vuelta de tuerca es la de Ucrania. Sin embargo aquí la entente europea-norteamericana no ha efectuado los cálculos adecuados. Rusia culturalmente está en un nacionalismo cada vez más agresivo fruto de su “complejo de imperio caído” pero aún con la suficiente fuerza cultural, económica, demográfica y moral para influir decisivamente en su entorno aparte de disponer de una fuerza militar que, aunque insolvente, es imponente.

Ucrania es una de las piezas de la supervivencia económica de Rusia y sobre todo de su imaginario como nación. Por otro lado Crimea, que nunca estuvo históricamente en la geografía ucraniana (y que solo cayó en ella por un accidente burocrático del omnímodo poder de los Soviets), es la más importante salida al mar de Rusia y centro neurálgico de la antigua flota soviética, ahora rusa.

La defensa de estos intereses es absolutamente razonable. Lo que no entiendo es como la UE y Estados Unidos han lanzado ese órdago dentro del área “clara” de influencia rusa pensando en que no sería capaz de reaccionar.

Por suerte o por desgracia Rusia cuenta con Putin. Aunque cercano a la tiranía, dentro de la mayor tradición zarista, es un estadista de altura, sin duda me atrevería a decir, el único que queda en Europa en estos momentos. La Rusia de Putin moriría matando y sólo por eso me ha parecido una osadía sin precedentes provocarla en un conflicto con un riesgo alto de confrontación y en que la legitimidad histórica y como nación está absolutamente de su lado, a pesar de los tratados diplomáticos existentes. El papel no puede vencer a la realidad y en este caso, la realidad cultural e histórica, está del lado ruso. Que Putin lo utilice es de lo más natural, lo haría incluso aunque no tenga razones justificadas para hacerlo. El único cabo suelto en su discurso histórico para reclamar Crimea eran los tártaros, minoría enraizada a la tierra de la península de Crimea, y les ha ofrecido colaboración para su vuelta.

Para Putin Rusia es la heredera del poder soviético a todos los efectos y la situación ideal sería la recuperación de su papel en Europa. Él sabe que es un sueño imposible pero tampoco se puede pedír que humille su idea de nación y con ella la que tienen la mayor parte de los rusos. De esto saldrá más que reforzado políticamente si no al tiempo.

La caída de los imperios deja una estela de caos o desolación como un cometa que tras destruir e iluminar con su resplandor deja escombros y oscuridad, desorden a su paso. El imperio soviético igual que el inglés y el francés en África o el español en América no ha sido menos. Putin y su mano de hierro son lo menos malo para mantener el orden en la Federación. Sin embargo el autoritarismo es Imperio y un imperio puede sustituir a otro ocupando su vacío

Presente y futuro de la economia

El 2013 fue un año marcado por la depresión económica en España. Una depresión en la que continuábamos y de la que salimos ahora tímidamente con visos de poder volver a caer. La cierta incorporación de un enfermo pero sin clarificarse del todo la mejoría significativa dentro del panorama general de la economía europea y mundial excluyendo a EEUU con una política de estímulos bien diferente a la europea que no deja de ser en cierta manera inyecciones de oxigeno en un cuerpo envejecido.

Aparte de las “modas” planteadas por los bancos de inversión y los analistas, con influencia en las corrientes de capitales internacionales, que ponen a España en la picota de las esperanzas inversoras en un clima de evitar colapsos, de apoyo a las medidas de austeridad del Gobierno y en línea con las recomendaciones de los organismos mundiales y la UE, lo cierto es que las condiciones estructurales de la economía no han cambiado para mejor.

Podemos decir que el Gobierno ha aplicado exitosas medidas tácticas o estéticas de maquillaje de nuestros datos económicos “macro”, a saber, PIB, inflación, deuda pública, solvencia financiera y balanza de pagos, pero penosas o inexistentes medidas estratégicas para modificar el rumbo y velocidad de la nave de nuestra economía.

Este rumbo y velocidad se materializa en la mejora y mantenimiento del bienestar ciudadano y la garantía de su futuro, o lo que es lo mismo, mejoras en el nivel salarial de la población en general, un crecimiento industrial-tecnológico sostenido, del empleo y de la población así como de sus perspectivas a largo plazo.

Por un lado, el agente que supone más de un 40% de peso en la economía, el Estado, ha sido incapaz de adaptar su estructura a las nuevas circunstancias terriblemente adversas, que se prolongan ya más de 5 años, haciendo solo recortes en áreas de gasto corriente con gran impacto en el engranaje social e indirecto en la eficiencia empresarial (como la sanidad, la educación o el I+D) , subiendo los impuestos y todo ello sin apenas ampliar la inversión en infraestructuras (sin buscar la eficiencia y la independencia en la producción de energía, con un déficit tarifario enorme) ni redefinir su costosísima organización territorial y política. El gasto público se ha contenido con dificultad y la reducción no ha posibilitado una reducción importante de la deuda. Estamos en punto muerto, por tanto, en la actuación del principal agente de la economía. Esto no solo sucede en España también en la mayoría de los estados occidentales. Es en España, sin duda, donde este fenómeno ha dado lugar a una crisis más extrema, a causa de la singularidad y coste del Estado autonómico y del sistema político español, que ha resultado un lastre que puede llevar al desmantelamiento final de la Nación.

Por otro, la magnitudes más importantes que reflejan una mejora del nivel de vida, aparte de los servicios públicos, que como hemos visto están en fase de reducción, son el empleo y los niveles salariales, ambos parámetros francamente a la baja y sin visos de recuperación a medio plazo. Estos últimos indicadores están íntimamente relacionados ,en una economía mundial globalizada y abierta comercialmente, con la competitividad o innovación de nuestras empresas en el exterior (solo las que producen y emplean en España) ,la demanda externa o mundial, la demanda interna o doméstica (no importadora o que no consume productos fabricados fuera de España o con pocas aportaciones de valor en el país), la oferta de trabajo, en precio y calidad, así como la facilidad para invertir y conseguir financiación barata.

¿Qué empresas son las que aportan el empleo adicional que puede reducir el paro? Fundamentalmente nos referimos aquí a las PYMES y grandes empresas que ofertan servicios locales competitivos y aquellas que, fabricando y de un cierto tamaño, son ya competitivas sin incentivos para deslocalizar o que por raíces, tradición, “expertise” o margen mantienen o prefieren mantener su fabricación en España (las cuales con las facilidades normativas, acceso tecnológico y liberalización de los mercados cada vez son menos). Las grandes multinacionales, aunque excepcionales aportantes de empleo, normalmente tienen un mercado maduro en su lugar de origen y sus inversiones en el mercado doméstico suelen ser menores, por lo que aunque extraigan rentas del resto del mundo, no suelen pagar impuestos altos sirviéndose de estructuras societarias elusivas fiscalmente y no crean mucho más empleo doméstico que fuera, en mercados emergentes, donde la oferta de trabajo es masiva y barata. Es posible que incluso extraigan rentas de su país de origen y produzcan fuera de él (deslocalización), dejando los rendimientos de la demanda interna fuera del país de origen. Ni que decir tiene que, más aun, eso pasa con multinacionales extranjeras que no fabrican en España.

Ante esta situación tan compleja para la creación de empleo las medidas más fáciles y efectivas de crearlo son aquellas que reducen el coste de la mano de obra lo que permite aparecer “apetecible” a la inversión extranjera y propia. El problema es que esas medidas son “pan para hoy y hambre para mañana”, salvo que quieras competir con países emergentes con Estados inmaduros desde el punto de vista social y costes salariales irrisorios desde el punto de vista occidental hasta el momento. La caída de los salarios produce una rebaja inmediata de la recaudación por impuestos y de la demanda interna. Las economías se empequeñecen, los Estados deben recortarse y se crea la paradoja de que todos los países sin poder tecnológico e industrial, es decir que no sean capaces de ofrecer productos singulares, baratos por tecnología o no reproducibles por otros, para poder progresar tienen que exportar productos e importar capitales, empobreciendo a la gran masa de sus habitantes o no dejándoles abandonar la pobreza, que es lo mismo.

En ese mundo de competencia exportadora de bienes e importadora de capital cada vez serán más los países demandantes de capital y más los ofertantes de bienes y mano de obra, cada vez menor la riqueza y menor el progreso para la mayoría de sus habitantes. La realidad nos muestra esto de manera cruda. Actualmente hay varios motores de la demanda mundial de bienes y servicios pero el principal históricamente es EEUU. El hecho de que EEUU ha incrementado sus niveles de paro, ha disminuido el poder adquisitivo de la clase media y por otro lado ha aumentado significativamente su deuda pública y su déficit exterior es incontestable. Su Estado tiene dificultades para adaptarse al nuevo tamaño de la economía .Los impuestos se cobran de la clase media y trabajadora y la subida de impuestos o reducción de servicios públicos lastra a la mayoría de la población hacia la pobreza. Adicionalmente el resentimiento de la demanda doméstica en una superpotencia como EEUU enfría la economía mundial, cada vez más basada en la deuda y el apalancamiento financiero. Aunque el número de millonarios crezca y el PIB a nivel macro también lo haga la realidad es que un individuo con rentas muy superiores a lo que puede consumir no consume o solo consume lujo, todo en un % marginal para la increíble suma que acumula. La realidad es que invierte pidiendo un rendimiento a su inversión. Esos rendimientos solo se consiguen en regiones emergentes donde la economía es aun inmadura y con el riesgo, eso sí, de perder la inversión.

¿Qué solución se articula entonces para incrementar la demanda mundial y que no haya colapso? El incremento de la demanda doméstica en los países exportadores con balanzas comerciales en superávit, véase China y Alemania, por ejemplo. Sin embargo esto se materializa con dificultad y no de una manera equilibrada. ¿Quién quiere bajarse de lo alto de la ola cuando ha logrado domarla?

Podemos enunciar un principio básico del capital: a mayor acumulación de capital, más demanda del mismo por otros agentes de la economía, mejor rendimiento y más acumulación. Es el círculo virtuoso del capitalismo y que ahora puede destruir su parte bondadosa. Sucedió en las ciudades en la Antigüedad y la Revolución Industrial, sucedió en los países desarrollados organizados y los Imperios modernos y, ahora, fruto de la tecnología y el declive de la idea de nación, sucede en el patrimonio de ciertos individuos que acumulan más capital del que pueden gastar en varios cientos de años incluso miles.

Ante costes de transacción internacionales cada vez más bajos derivados de la globalización, la tecnología y de la estandarización de los acuerdos de libre comercio y libertad de capitales, los movimientos de capital se harán cada vez más rápidos y pronunciados buscando los rendimientos derivados del arbitraje de los Estados y la geografía internacional.

Volvamos a las causas que intervienen en la mejora de los datos de empleo y nivel salarial y estructurémoslo para el caso español:

- Demanda externa: salvo que Alemania arrime el hombro, incrementando decisivamente sus inversiones en el resto de la UE para crear empleo y su demanda interna importando, no se esperan crecimientos a medio plazo fuera de los producidos por una puntual caída de los costes salariales.

- La demanda interna: solo puede incrementarse ante bajadas significativas de impuestos en rentas medias, crecimiento de los salarios medios y las expectativas de los mismos. No se esperan de las primeras y de las segundas aunque no se sabe lo que pueden dar de sí las expectativas. Además, como hemos comentado antes, solo es aprovechable si se puede recoger su tirón sin importar bienes y servicios, es decir, ofreciendo productos de fabricación nacional competitivos y en una amplia gama de sectores.

- Oferta de trabajo: Podemos diferenciar dos momentos,

1. El corto plazo, en la actualidad, la oferta de trabajo es mínimo un 20% superior a la necesaria en España y en ronda un porcentaje parecido en la mayoría de los países desarrollados, aún mayor en el norte de África y con demografías aun vitales que han dado lugar a procesos revolucionarios. La adaptación de la oferta al dinamismo de los mercados, geográficamente y tecnológicamente hablando, derivada de la globalización y la reducción de los salarios derivado del incremento de la masa laboral mundial, es compleja y requiere la destrucción de la forma de vida de millones de personas. Este es uno de los fenómenos más traumáticos de la edad contemporánea Las causas que han dado lugar a este exceso, abaratamiento y obsolescencia efectiva de una parte importante dela fuerza de trabajo, sobre todo en Occidente son fundamentalmente dos:

- El incremento casi del 100% de la oferta de trabajo progresiva en 40 años por la incorporación de la mujer a la vida laboral activa. La II Guerra Mundial, que supuso el acicate para su integración en las labores de esfuerzo bélico y movilización total, dio lugar a pensar en su incorporación permanente como una manera de abaratar y dar disponibilidad de mano de obra en la gran industria en crecimiento. Con el tiempo esto se ha vuelto un arma de doble filo, junto con la educación gratuita y generalizada, para luchar por un puesto estable y una retribución digna en un mercado automatizado, de demanda estable y mano de obra más que abundante. Todo eso sin contar con las consecuencias en la demografía que veremos posteriormente por la incapacidad de articular familias sin perder nivel de vida de manera alarmante.

- La globalización, que fruto de la libertad de movimiento de capitales , comercio y desarrollo de los transportes y la tecnología, por el fin de la Guerra Fría y la decadencia de la idea de Estados Nación, ha impulsado el fenómeno de la deslocalización. La deslocalización permite a una empresa acceder a mano de obra barata en cualquier parte el mundo mejorando sus márgenes y vendiendo en los países con rentas y consumo más alto y sofisticado. Su parte oscura es la explotación local y el incremento del paro en el destino de los bienes que normalmente antes disponían de fábricas en suelo propio para esos productos. Por tanto es la globalización la causante del incremento de base laboral de que disponen las grandes multinacionales e incluso PYMES exportadoras.

2. El largo plazo, y no hablamos de más de dos décadas, la demografía, con crecimiento negativo, ira corrigiendo progresivamente esta situación. Sin embargo, se cierne un problema mucho más grave: no sabemos cómo se ajustará la disminución de la demanda interna agregada derivada del envejecimiento de la población. Está demostrado que a incrementos de edad el consumo de servicios se hace cada vez menor, el llamado ciclo de vida del consumidor. Es cierto que los servicios de asistencia y farmacéuticos deberán ampliarse igual que los relacionados con la vejez en una edad de oro de estos negocios, pero sus precios también deberán ajustarse a un mundo de demanda menguante y rentas más bajas o habrá un problema social en el futuro hacia el 2030 o incluso anterior con la población anciana que requerirá medidas drásticas o supondrá el derrumbamiento de Estados e incluso guerras de “rapiña “con países más dinámicos demográficamente.A todo este panorama ayudará sin duda el reajuste del sistema de reparto en las pensiones en el que actualmente solo se dan soluciones de ampliar la edad laboral en una situación de exceso de oferta de trabajo. Este fenómeno no es nuevo. Roma y las Polis griegas los sufrieron mucho antes que nosotros con los resultados que conocemos. Un ejemplo actual es Alemania. Su demografía hace que pierda población que actualmente intenta compensar con emigrantes que consigue llamar a su mercado de trabajo gracias a su política del “embudo” en la UE y su tradición exportadora e industrial, aun así con subempleo cada vez mayor en los servicios. ¿Cómo lo hará España con una contracción económica de esta envergadura y el nivel de desempleo?

Con este futuro cercano y lejano ¿Qué podemos hacer?

La idea es apretar los dientes y unirse los que pensamos que esta derrota no nos lleva a ningún puerto solo a una tormenta que nos destruirá. Hay que propiciar un cambio.

Un cambio primero en España, después en la UE y posteriormente en Occidente y el mundo.

Este cambio debe empezar por reducir a la clase política y eliminar podridas manzanas de la cesta y que salgan de otro árbol social que no esté enfermo.

Debe también empezar por valorar los recursos de otra manera, con otra contabilidad y otra gestión de los mercados y fundamentalmente dar valor a los más caro , la familia y la comunidad. Y no me refiero aquí a la familia entendida en su estructura tradicional, que podría darme un matiz derecha –izquierda atrasado, sino cualquier forma civilizada de descendencia, en hijos o en hechos por la colectividad, valorar nuestro futuro y pasado como hombres, la permanencia, la herencia que dejamos cuando morimos.

Para ello es necesaria la lucha colectiva y no hablo aquí de izquierdas ni de derechas si no de gestas inspiradas en místicos o soldados cantadas por bardos o que solo reposan ya en los libros de historia . 

No sé si estamos preparados ni disciplinados para pedir algo juntos y lo más importante, si sabemos que hacer y como con el esfuerzo de sacrificarse para conseguirlo.

El nudo gordiano de la banca , el estado y la economia: ¿puede cortarse? ¿a que precio?

Desde el comienzo del vuelco sistémico en el que nos hallamos que ha producido la mayor caída económica, en época de paz, desde los años 20 del pasado siglo. En estos tiempos, principalmente por decisiones políticas, los destinos de la economía han quedado inequívocamente unidos a los de la banca. Leía hace algún tiempo un artículo referente a la nueva normativa de Basilea III y sus implicaciones a nivel nacional en la economía. El Estado español avalaría los créditos fiscales de las entidades bancarias para que puedan computarlas a efectos de capital en los ratios de solvencia. Es algo que se respiraba en el sector y sus implicaciones van en línea con las iniciativas para atajar esta crisis que se han seguido desde sus inicios.

Es curioso todavía hay quien se plantea, yo entre ellos, porque no se producen ciertas medidas en paralelo acordes con los apoyos a la banca de ayuda  para las Pymes como la compensación de deudas en las Administraciones. El Estado ahí tiene dos problemas:

- Uno de gestión unificada de las Administraciones que mejoraría la eficiencia y las sinergias de financiación y aplicación de recursos públicos, pero acabaría con el pesebre político de los cargos solapados en responsabilidades que se pisan unas a otras, sobre todo por la existencia del submundo autonómico.

- Otro de estrategia. Se han unido, indisolublemente, los intereses de la Banca a los del Estado con terribles consecuencias para la economía general, productiva y doméstica fundamentalmente.

Esta segunda causa, es el eje de todas las decisiones que se han tomado desde el inicio de esta mal llamada crisis y que es en el fondo el colofón del cambio económico estructural que los excesos de liquidez y financiación habían aplazado en su conclusión final: la liquidación de la clase media y de los sistemas de distribución más/menos eficiente y/o justa de la riqueza en los países occidentales.

¿Qué ha producido esta catástrofe progresiva, atisbada hace años pero no combatida?

En mi opinión la globalización con sus dos pilares sagrados, nunca puestos en duda, por los gobernantes sean quienes sean:

- La libertad en el movimiento de capitales que permite la proliferación y enriquecimiento de paraísos fiscales a costa de la evasión o el fraude fiscal en los países en los que se crea la riqueza impidiendo su distribución

- La desindustrialización, derivada de la falta de competitividad con países que no garantizan justicia ni igualdad de oportunidades a sus ciudadanos y/o con mayor capacidad para absorber la innovación en sus cadenas productivas nacionales por la intervención activa de los Estados en algunos casos.

Esta segunda arma, en la cual ya en los años 50 países como España fueron pioneros en su utilización, se está utilizando en nuestra contra muchos años después por no posibilitar, como en su día se planificó, la maduración a una economía industrial de alto valor añadido desde una economía rural y de servicios de poco valor añadido (turismo y construcción inmobiliaria). La creación de un tejido industrial exportador o la monopolización de mercados de consumo, no industrializados aun, es una obra ingente que requiere la voluntad de muchos gobiernos democráticos o un único gobierno fuera de ese espíritu con un alto sentido de Estado y con una diplomacia y política económica intervencionista y muy concreta. Esto en España no ha sido ni mucho menos una constante, todo lo contrario, una actitud opuesta o de incapacidad política nos ha llevado a la situación actual en que nuestra única posibilidad es competir vía precios, es decir en salarios en sectores con mucha oferta, barata e intensivos en mano de obra.

¿Cómo se ha respondido a este reto?

Hagamos un rápido resumen:

España desde su entrada en la CEE, posteriormente UE, mantuvo una política clara de “desandar” los pasos que se realizaron hasta la transición constitucional en política industrial en la búsqueda de ese objetivo que nunca se consiguió de “maduración” productiva y por tanto como nación.

En un primer paso, en los años 80, se accedió a una reconversión industrial que fue más bien un desmantelamiento de la industria pesada histórica y parte de la agroalimentaria a cambio de unas ayudas europeas en materia de inversión en infraestructuras. Por otro lado España renuncia a su soberanía militar y por tanto diplomática con su adhesión al Tratado de no proliferación de armas nucleares y también a su política energética industrial con una moratoria nuclear que aún estamos pagando de nuestros bolsillos.

La caída en el PIB de la gran industria, generalmente con salarios más altos y empleos más permanentes que los servicios, fue dejando una caída de los salarios compensada con la demanda de otros sectores como la construcción y las infraestructuras promovidos por la inversión pública y privada nacional y transnacional derivada del impulso turístico.

Lo que el franquismo solo utilizo como reclamo temporal para atraer capitales, que se reinvertían en los polos industriales y en la nueva política energética del régimen (embalses y centrales nucleares) y que buscaba la autonomía del país, se convirtió, cambiada la estrategia o tal vez por una falta de estrategia a la caída del régimen, en una estructura permanente de la economía que ha impulsado el PIB y a la vez lastrado la calidad del crecimiento económico en lo referente a salarios y tasa de paro estructural.

En un segundo paso, finales de los 80 y los 90, España renuncio también a su plataforma industrial pública (INI ahora SEPI) ,en los sucesivos gobiernos democráticos, privatizando monopolios que fueron quedando en diversas manos por unos exiguos beneficios a corto plazo o prebendas particulares que han dilapidado este patrimonio nacional sin contrapartida para la ciudadanía. Tenemos los casos de Telefónica, Iberia, Seat, Indra, Repsol, Cepsa, Endesa y muchos más que ahora se ponen como ejemplo de una España moderna y que nacieron con una “aberración” del mercado intervenido fascista llamado INI, copia del mismo organismo de la Italia de Mussolini, cosa que parece haberse olvidado.

Siguiendo la tónica de los acontecimientos de nuestra especialización liberal en los servicios, paradójicamente planificada por la UE, del “boom” turístico del mercado común y las inversiones inmobiliarias e infraestructuras, vino el “boom” consiguiente del sector financiero que prometía pingües beneficios derivados de la subida de los precios del suelo y la financiación de infraestructuras que, en la liquidez que propiciaban los bancos centrales europeos y estadounidenses, no ponía límites a la “gallina de los huevos de oro”.

Como todos sabemos ahora la solidez de esta expansión económica era nula, pero no había que ser aguafiestas. Los Estados, las grandes compañías de análisis bursátil y rating, las auditoras y los Supervisores, todos al unísono y a nivel transnacional, alimentaron la “bacanal” mientras sus países se desindustrializaban hacia Oriente , sus clases políticas se enriquecían con ingentes comisiones sobre el suelo ,de la misma forma que las direcciones de los grandes corporaciones (bancos y constructoras principalmente) estaban creando grandes elites multimillonarias fruto de “bonus” variables y rentas de capital por mercados financieros en expansión, los paraísos fiscales y los nuevos productos financieros de apalancamiento masivo (derivados). En este cuadro y con una deuda disparada, consecuencia de estos mimbres, la caída de la industria quedo oculta tras una hiperinflación en los salarios en Occidente en sectores sin valor añadido o mejoras tecnológicas marginales en los servicios insuficientes para respaldarlos.

Aquí comienza el nudo gordiano actual entre la economía y la banca que se está intentando desenredar sin cortar y que podemos escenificar en dos grandes actos:

-Primer acto: sucedido esto y pinchada la burbuja comenzado por EEUU, los niveles de deuda estaban muy por encima de los sostenible por un consumo y una liquidez exigua, se optó en rescatar a las entidades financieras de una política expansiva auspiciada, como ya hemos dicho, por los propios bancos centrales. En esta intervención que yo llamo ligera (“light”), que podía haber sido profunda (“heavy”), útil y legítima, permitiendo una nueva forma de gestionar el crédito y la deuda, no se acaba, sin embargo, con el poder de las élites que han fracasado en la gestión.

En este momento el Estado una vez decidido a intervenir tenía dos opciones para obtener los recursos que necesitaba: liberar ingresos empleados en gasto corriente para reasignarlo como inversión, vía disminución de la estructura territorial sobredimensionada (autonomías), lo cual acabaría con el amiguismo político pero también con los partidos políticos, o incrementar la deuda intentando evitar recaudar para no arruinar un posible brote del consumo interno. Se optó por la segunda opción: incrementar la deuda lo que llevo a corto a un incremento de la prima de riesgo a niveles de insolvencia. Esta reacción no esperada hizo tomar una medida impopular con una subida de impuestos indirectos y propiciando aún más la devaluación interna con una reforma laboral, que de nuevo castigaba a la clase media y rebajaba los salarios de los empleados y jefes intermedios. Con una moneda sobrevalorada y sin soberanía en política monetaria por la UE, solo podía conducir a la devaluación interna y una depresión más de precios y consumo nacional. Como además esto no era suficiente con unas autonomías que no tenían freno y amenazaban, en algunos casos como el de Cataluña, incluso con la independencia, se recortan gastos como la I+D o la educación o la sanidad que, aunque necesitados de reforma, no van en línea de estos recortes improvisados. Cualquier cosa antes de dar razonabilidad a un Estado elefantiásico e ineficiente que arruina a España.

¿Cómo solucionan los gestores políticos y de los bancos esa problemática de sobreapalancamiento y necesidades de capital?
El Estado les concede liquidez pero en contraprestación les “obliga” a la compra de una deuda pública con record de rentabilidad por riesgo de insolvencia que, como ciudadano, a su vez, paga el depositante y cliente del banco que se dice defender. Esto dificulta la financiación privada que, por otro lado, al igual que la parte publica también esta sobreapalancada y no puede responder o muy difícilmente lo hace de sus deudas con una economía doméstica en recesión vía impuestos y devaluación interna.

¿Cuáles son las víctimas?

Las Pymes o autónomos con ingresos provenientes esencialmente del mercado interno y no netamente exportadoras o que reciban divisas del turismo que se hunden en su anemia y su deuda contraída y la clase media formada por trabajadores por cuenta ajena que ven como su patrimonio disminuye en proporción a su deuda al igual que sus salarios, eso si no pierden el empleo todo ello facilitado por la reforma laboral.

-Segundo acto: tras la burbuja fallida, las mentes pensantes de los Supervisores bancarios otrora en modo “bacanal” de repente se dan cuenta, después de unos cuantos millones de ayudas de nada, que no habían controlado riesgos que subyacían en el sistema financiero y deciden ponerle coto con una nueva normativa que eleva los ratios y los requerimientos de capital en una decisión “procíclica” en una época cercana a la depresión económica. Eso además con un estilo “anglosajón” que deja la responsabilidad última de la toma de riesgos y sus mecanismos de cálculo bajo el control de unas cúpulas directivas que siguieron las políticas anteriores y se formaron en esas estrategias como en un catecismo tradicional que, todo hay que decirlo, había engordado eficientemente hasta la fecha sus cuentas corrientes y puesto generalmente sus fortunas y patrimonio empresarial fuera del riesgo sistémico nacional gracias a la globalización.

La gran vuelta de tuerca del Estado es permitir computar a los bancos los créditos fiscales derivados de sus pérdidas , ya sufragadas a su vez con capital público, de nuevo con un aval que supone dar una opción de perpetuidad a esa deuda en el balance público pero que por un artificio contable no computara como tal. Si las estrategias de “patada paralante” fracasan nos encontraremos con un Estado en la bancarrota y unos bancos quebrados.

¿En este órdago, que paga la clase media, tenemos muy claras las probabilidades de éxito de no haber cortado el nudo gordiano con una intervención “heavy” en lugar de “light” y/o la redefinición del Estado y su papel en la economía? 

¿Podemos cortarlo despues de 5 años de crisis sin derrumbar el Estado incrementando el paro en un millon mas de personas con una imprescindible reforma de un Estado cortijsta y sobredimensionado?

Un tren a ninguna parte


Hoy no voy a hablar de cifras macro, de la Depresión en mayúsculas, ni de siquiera lo que en la Historia hay de paralelismos con esta época que nos toca vivir. Hoy hablaré de realidades. De hechos en primera persona.

En febrero de este año nos comunicaron un Despido Colectivo en la empresa. Un despido cuyos detalles se darían ese mismo mes y en el que yo estaba incluido. No es una situación especial, muchos otros antes que yo, en estos años de manera mucho más brutal, se han enfrentado a esta situación. Pero es el león realmente fiero cuando se pone delante de ti, no cuando te lo describen. Hace un par de años eran solo conocidos o algunos familiares afectados. Era como una plaga que se acercaba pero que tenías la confianza de evitar. Hablabas con un taxista, técnico de la construcción reciclado o con una camarera que había trabajado en una inmobiliaria. Después pasó el tiempo y ya eran las tiendas de al lado o veías como se echaba al cierre a los locales de los centros comerciales que solías visitar. Más tarde un amigo o alguien de Twitter , que se hace eco de una noticia de algún compañero en la misma situación, familiares o personas cercanas. No solo trabajadores. También pequeños empresarios que habían tenido que dejar quebrar su empresa porque no les pagaban. Hombres que, dentro del sueño de la clase media, lo habían tenido todo: varias personas a su cargo, buenos coches, una familia, una gran casa y vacaciones bien planificadas... y de repente lo perdían todo.

El paro o el subempleo, dentro del drama general del reparto justo de la riqueza, junto al cáncer serán las grandes lacras de este siglo y no solo para el Tercer Mundo o países emergentes sino para el llamado, con orgullo y prepotencia civilizada, el Primer Mundo.

Hay dirigentes que hablan de esto como si todo quedara solucionado dando argumentos vacíos, basados en causas coyunturales y exponiendo, en sus maravillosas presentaciones, gráficas con un valle más pronunciado en un largo ciclo de subidas y bajadas menos intensas.
Como un descarrilamiento nacional a máxima velocidad que, produciendo el vuelco en los vagones de aquellos que no van en primera clase, pudiera subsanarse con varias interjecciones con las palabras PIB, inflación y tipos de interés. Conjurando un poder que esos conceptos no tienen.
Lo más grave de este descarrilamiento es que la locomotora sigue su curso, llevando aún más rápido a los vagones de cabeza y dejando heridos y muertos sin atender, en muchos casos echándoles la culpa de un accidente en un viaje cuyo destino todos desconocemos.

En este viaje solo teníamos una promesa de los que dirigían la locomotora: el sueño de moverse de vagón en vagón hasta hacernos un hueco en primera clase. Sin embargo al final no hubo asientos para todos. Cada vez era más fácil que te prohibieran la entrada en un club que, en los últimos 30 años de viaje, solo había crecido en ventajas y exclusividad pero no en miembros.

¿Puede esa locomotora seguir haciendo círculos hasta desplomarse por completo , pisando a todo aquel cuyo vagón descarrila sin que a sus viajeros, muchos responsables, austeros, con sentido de la justicia y de pensamiento global y ético, se les haya brindado la oportunidad de ser dignos de dirigirla? ¿No sería el momento de buscar nuevas vías, sacar del círculo y dar un destino a la locomotora?