jueves, 28 de diciembre de 2023

LA LEY DE ACERO DE LA HISTORIA: ESPAÑA ¿ÚLTIMA FASE?

 

Hay una ley de acero de la historia. Una cronología ineludible de hechos y eventos que acaban siempre en una sucesión de Imperios derrotados, naciones débiles y estados balcanizados. No hay manera de evitarla. Es la relación que empieza con derrotas en el campo de batalla. Sigue con la conquista cultural de las élites por sus enemigos, que copian y se mimetizan perdiendo su sentido original, pero preservando sus privilegios y abandonando su sociedad base de su soberanía.  Y acaba definitivamente como una nación debilitada y finalmente con una carcasa de estado balcanizado títere, siervo y almacén de suministro de las potencias de su época o en el mejor de los casos como parte integrada y efectiva de un imperio, de una unidad más grande.

Una vez marcado el teorema podemos aplicarlo y preguntarnos ¿Cómo se explica esto en España y en qué fase nos encontramos?

España junto con Roma es uno si no el más grande los imperios occidentales. Abarcó los dos hemisferios y no mediante protectorados, puertos francos, colonias extractoras como británicos, franceses y en parte los portugueses (que también participaron de la Monarquía Hispánica largo tiempo) si no llevando su cultura católica y grecolatina a todo un hemisferio en la idea de encontrar sus mitos medievales y de fundar una nueva Arcadia político cristiana renacentista. La realidad siempre es una caricatura del sueño, del ideal y aunque eso nunca se logró si se consiguió una prosperidad y una conexión entre culturas y razas que ninguna otra potencia de nuestro tiempo, fuera del Imperio ruso y en un ámbito geográfico absolutamente continental consiguió jamás.

En el SXVIII los astilleros de la Habana eran de los mas avanzados de su tiempo. Las universidades americanas podían competir con las europeas y la ciudad de Méjico o Lima podían compararse con cualquier ciudad europea.

A partir de los Borbones después de una fuerte presión demográfica, organizativa y bélica de la Guerra de los Treinta Años y la Guerra de Sucesión, el protoestado de nación hispánica, la primera Nación, comenzó a seguir tanto las modas como los intereses de sus antiguos enemigos los franceses. Por otro lado, siguió manteniendo un corpus cultural único por su pueblo, aunque las costumbres extranjeras fueron poco a poco cambiando las viejas costumbres austeras y de fe, peculiares que hacían de esas Españas de numerosos pueblos un cuerpo único.

Lo que fue imposible para el inglés y el francés por la guerra, nuestras élites lo pudieron conseguir con ese debilitamiento moral e intelectual a pesar de su herencia en solo siglo y medio.

Ya hacia 1850 España había dejado de ser una organización política única en dos hemisferios. Apenas quedaban algunos restos de territorios como Cuba, Puerto Rico o Filipinas tan españoles como lo pudieran ser Navarra o Granada (o como podía haberlo sido Méjico en el que Hernán Cortes desembarcó en 1519 sólo 6 años después de la anexión de Navarra por los Reyes Católicos) pero que con la nueva cultura de sus élites ya en el SXIX, masones y británicos, emparentados con las grandes casas aristocráticas o burguesas españolas, querían alardear de todo aquello que en su día el viejo imperio constructivo de sus antecesores objetó: de colonias extractivas y esclavos, soberanía de la metrópoli y favor al libre comercio británico.

Ante esa debilidad política, que llevaba a la falta de aprecio por los pueblos hermanos de sus territorios, y junto con una guerra provocada y probablemente con resultados pactados por nuestras élites, perdimos también esos restos fuera del territorio peninsular a excepción de algunos presidios africanos y Canarias tierra que, no olvidemos, fue colonizada con anterioridad incluso a la unión de las dos coronas que conformaron España.

Pasamos por tanto ya de Imperio victorioso a derrotado, llegando a la estación de nación débil.

La evolución lógica de un estado débil, un estado liberal -monárquico fruto de una élite española completamente dominada y al servicio de las élites económicas internacionales, británicas y francesas, que nos mantenían política, cultural y económicamente como civilización de segunda y sin cohesión alguna, fue la sucesión de explotación económica por las potencias y un nº insultante de guerras civiles, conflictos, revoluciones y pronunciamientos.

Una vez ya en esta situación salir de ellas requiere hechos históricos, medidas y personas excepcionales. La puesta en duda de los imperios británico y francés por Alemania a partir de los 30, puso a España al servicio de las potencias como campo de batalla en una Guerra Civil (muy similar por cierto a lo que pasa ahora en Ucrania).

Sin embargo, este hecho luctuoso y terrible de nuestra historia dio a España claramente una oportunidad y un respiro en su servidumbre, al menos un cambio que le proponía un estatus más soberano con la victoria de Franco apoyado por las potencias del Eje en el bando que preconizaba la unidad nacional soberana.

A punto de descomponerse balcánicamente en dos experimentos republicanos liberales, uno a principios del SXIX y otro a principios del XX, totalmente fallidos, España tuvo contra todo pronóstico un período de recomposición lento pero continuo.

Después de la II GM con la derrota de las potencias del Eje la España franquista tuvo problemas políticos de mucha envergadura. Sin embargo, con algunos pocos apoyos externos pudo mantenerse y la lucha sin cuartel entre los antiguos Luchadores de la Libertad contra el Fascismo, la URSS vs GB- EEUU, hizo que el franquismo tuviera su hueco en la lucha geopolítica y se realizarán esfuerzos económicos importantes para buscar su alineación, la cual, con buen criterio político Franco y sus gobiernos dosificaban sin comprometer absolutamente su soberanía igual que ya hizo con III Reich y la Italia de Mussolini.

España aplicó una serie de planes trienales, una versión española de los famosos planes industriales fascistas o quinquenales soviéticos de las economías mixtas o planificadas que supusieron el milagro económico de los 60 y 70 , una expansión demográfica y del empleo , y que fueron finalmente al traste con el asesinato nunca aclarado de Carrero, con el que en último término se esperaba además de un crecimiento del poder económico en la escena mundial , la soberanía militar con capacidad de disuasión atómica con un papel importante del Sahara como lugar de pruebas.

Los años previos a la muerte de Franco y su sucesión, en un período iniciado poco antes del asesinato de Carrero, presidente de España, permitió de nuevo a las potencias jugar en el tablero español como en el SXIX con lo que todos los planes soberanos se acabaron.

España abandonó el Sahara y sus planes atómicos, comenzó su incorporación a la CEE, a la OTAN militarmente a pesar de tener ya unos acuerdos bilaterales con Estados Unidos extremadamente amplios después de la muerte de Carrero y se incorporó con posterioridad al Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares.

En lo político interno España se incorporó de nuevo  a un sistema monárquico liberal abandonando su exigencia a GB en Gibraltar , perdiendo toda capacidad de mediación en el Sahara , incorporando al juego político liberal a todos los partidos nacionalistas locales lo que supone el germen de los actuales problemas de independentismo y de falta de cumplimiento judicial incluso de preceptos constitucionales en niveles educativos e institucionales sobre la unidad de España junto con la incorporación en la Constitución Española la posibilidad de las nacionalidades frente a la nación española permitiendo la delegación de competencias  claves como la educación  en manos de las nuevas y proclamadas autonomías, un “frankenstein” de difícil integración y consolidación jurídica y política entre un estado federal y central.

Con la integración en el mercado único España desmantela gran parte del perfil industrial además de abandonar el estado su labor como agente de impulso industrializador y estratégico nacional. Sin meternos en discutir si fue una real “reconversión” o abandono directo de sectores o venta de los mismos a inversores extranjeros España debilitó su peso industrial sacrificándolo por el sector servicios, principalmente turístico recogiendo residentes europeos, fuertes subvenciones a las infraestructuras ferroviarias y viales , una  “transformación” o perdida progresiva del sector agrario/ganadero/pesquero y sobre todo por su incorporación como acreedor en un mercado financiero anglosajón mundial con una fuerte ampliación de la capacidad de endeudamiento  a costa de perder aun mas su soberanía económica y decisión internacional, aunque a corto plazo con un aparente progreso económico. Todas estas políticas han tenido una fuerte influencia en que España disminuya su tejido productivo, así como la propiedad nacional del mismo. También la capacidad de crecimiento de su clase media mantenimiento de poder adquisitivo y económico, junto con la liberalización de mercados como el inmobiliario, abandonando políticas de intervención que faciliten el acceso a la vivienda como la construcción de vivienda pública y la socialización del alquiler como fue la Ley de Renta Antigua lo que evitaba una especulación inmobiliaria masiva y la acumulación de la vivienda como bien de inversión por parte de grandes propietarios o capitales.

Las consecuencias de todo esto son claras. De manera lenta e inexorable hemos ido avanzando en un incremento de las diferencias entre clases, vía paro y  acumulación de capital, migración internacional, libertad de capitales, invierno demográfico y no solo eso si no a una menor capacidad de ser propietario de la propia vivienda un problema prácticamente fue erradicado ya en los años 70 antes del final del franquismo y que vox populi salvo herencia (otra vez volvemos a la acumulación de capital) es acuciante para las nuevas generaciones y para evitar un colapso cultural demográfico.

La migración como factor disgregante, junto con el nacionalismo y las derivas políticas de la democracia liberal están poniéndonos claramente de nuevo en la última de las estaciones del viejo Imperio, los estados balcanizados -el estado previo al fallido.

Desde un punto de vista puramente de cohesión interna el estado ya es fallido. Ya es una anomalía o algo considerado cuanto menos heroico o extravagante considerarse español en dos de las regiones más ricas de la nación. Por otro lado, no se considera nada malo que alguien se haga sentir equidistante de España por razones económicas para evitar poner en peligro sus negocios o forma de vida, liberal europeo o ciudadano del mundo por razones cosmopolitas en el resto de los territorios nacionales. Todos los pasos culturales y económicos se están dando.

Institucionalmente se podría decir que, dejando el entorno pacífico, de momento, en que estas cosas suceden, estamos ante una forma moderna de estado nación fallido algo por cierto muy similar al clima de desaparición del estado austrohúngaro previo a su desaparición.

¿Será esta la definitiva?

La sensación que se vislumbra del panorama político y geopolítico es cuanto menos inquietante. La espita económica nos irá dando hacia donde se moverá el siguiente y esperemos que último experimento liberal, para bien o para mal.

 

martes, 15 de agosto de 2023

REALIDAD Y APARIENCIAS: VERDAD Y SER FRENTE A FENÓMENO. EL ALMA FRENTE LO MATERIAL

Una de las maravillas que supone deleitarse con pequeños textos filosóficos especialmente los de los antiguos griegos y romanos es la sencillez rayana con lo obvio de algunos de sus razonamientos, la aplastante lógica sin aristas de sus pensamientos y la forma de llegar al contenido del lenguaje, una esfera que permite saborear la esencia real de los conceptos que trabajan nuestras mentes y sobre los que se construye nuestra realidad. Y digo nuestra porque para los griegos y especialmente los estoicos como Epicteto, esclavo que fue filosofo o mejor dicho filósofo que fue esclavo, todo lo que vemos o sentimos y por lo que estamos influenciados es apariencia o lo que posteriormente se llamó en filosofía fenomenología: la diferencia entre la forma o fenómeno y el Ser o Realidad, diferenciar sus efectos o consecuencias del ser en sí.

Dicho de una manera mucho más sencilla. Para los estoicos todo a nuestro alrededor es apariencia y solo hay una certeza: nuestra alma o daimon que forma parte de los dioses y que permite el uso de la Razón y por tanto entender la necesidad del Ser para existir.

Por esta única certeza se demuestra que todo lo percibido por nosotros a través de nuestro de cuerpo, incluyendo el cuerpo mismo es fenomenológico, es decir apariencia, y por tanto no está en nuestro poder. Nada de lo que vemos o sentimos realmente es permanente para nosotros: la salud, los bienes, el dinero, las propiedades…

Por ese motivo ni su consecución ni su pérdida en razón de esta lógica debe perturbarnos. Nuestra principal preocupación debe ser mantener nuestra naturaleza divina conectada a su cordón umbilical y esto sólo se consigue a través de trabajar en pos de la virtud.

Es curioso que para los griegos las virtudes y los vicios, la existencia del alma, el velo de Maya o mundo material o de las apariencias ya estaban clasificadas desde los egipcios y como bien sabía Schopenhauer posteriormente febril estudioso de oriente desde el Brahmanismo y el Hinduísmo.

Eso no exime del cuidado del cuerpo si no que el propio equilibrio la armonía ante las más terribles apariencias o pruebas que se sucedan en la vida pueden dar lugar a una calma o templanza como virtud que permita no precipitar la salud o destruir tu cuerpo inútilmente si no en aquello en lo que tu alma como conexión con el ser divino marque para ti.

Para Epicteto todo percance por terrible que sea es una prueba de la divinidad para hacerte llegar a la comprensión de que todo es apariencia excepto tu voluntad regida por la razón que sólo mantener la calma ante cualquier suceso por terrible que sea te acercará a Dios y te unirá finalmente en comunión con él. Esta idea muy similar al budismo y que tomaron los grandes pensadores cristianos y católicos reposa en todos los grandes clásicos de la filosofía griega incluyendo a muchos presocráticos como Pitágoras , Arquímedes o Diógenes pero sobre todo por herencia cristiana a Sócrates, Platón ,Séneca o el mismo Epícteto.

Es importante que para los primeros filósofos el Bien y el Mal, la Ética no es algo relativo.

Helánico parafraseado por Epícteto en su Historia Egipcia dice: “De las cosas, algunas son buenas, otras son malas y otras son indiferentes. Lo bueno pues son las virtudes y las cosas que participan de las virtudes; lo malo son los vicios y las cosas que participan de ellos; lo indiferente son las cosas que se encuentran entre las virtudes y los vicios, la riqueza, la salud, la vida o la muerte”.

Es muy interesante este párrafo porque nos dice que, en el mundo antiguo, incluso anterior al mundo griego, todo era circunstancial e indiferente menos las semblanzas del alma de los hombres: irascible o calmo, justo o injusto, valiente o cobarde, ambicioso o prudente…

Las virtudes, en los estoicos y después en el cristianismo, se identificaban con cuatro puntos cardinales humanos a los que había que acercarse para conectar con la divinidad más pura la justicia, la templanza, la sabiduría y el valor o coraje para afrontar las apariencias.

De la importancia de esto se vislumbra la mejor literatura griega que ha dejado su marca en cualquier obra literaria o cinematográfica de envergadura posterior moderna. La Ilíada, La Odisea o Las Vidas Paralelas de Plutarco, la Anábasis de Jenofonte o las Guerras de Peloponeso de Tucídides son ejemplos de los maravillosos retratos psicológicos de los personajes griegos hechos por estos pioneros y que no son solo artificios literarios para ellos si no fieles descripciones de la parte divina de los hombres, su impronta celestial , una marca de identificación mucho más importante y por encima de su poder terrenal o riqueza los cuales eran considerados una consecuencia menos representativa de su naturaleza.

De esto deja especial constancia las descripciones de Rómulo, Licurgo o Numa en Plutarco o los maravillosos episodios de Ulises como naufrago o mendigo en los cuales recupera su grandeza ya sea como consorte debido a su natural gracia como a su habilidad frente a todos los príncipes que osan pretender a su mujer Penélope y el amor de su hijo Telémaco.

La impresión que produce en nosotros esas historias, el colosal talento que encierran, debería hacernos pensar los derroteros de nuestra sociedad y por qué nos hacen alejarnos de algo que nos acerca mucho más a las esencias del ser humano y su conexión con lo divino.

domingo, 13 de agosto de 2023

HUMILDES NECESIDADES, GRANDES ESPÍRITUS

Hay una ley no escrita en el frontispicio de las almas, por las cuales se da acceso y reconocimiento a las mismas, en la cual se lee que las necesidades materiales son inversamente proporcionales a la grandeza de los espíritus.

De esto también se deduce que la ambición lleva siempre piedras más pesadas para las almas cuando están hechas de nubes.

Las grandes necesidades materiales destapan normalmente espíritus pobres o inmaduros. A veces grandes inteligencias son llevadas encadenadas en oro por bajos espíritus cuya grandeza solo se evidencia en la calidad final de su tragedia.

Hay sin embargo bellas almas que relucen para aquel que puede verlas y que se arrastran en inteligencias modernamente poco refinadas o heridas   y cuerpos trastabillantes.

En la matemática de los espíritus funciona mal las reglas del mundo contemporáneo. Esa terrible distorsión de nuestro tiempo, la belleza de la acumulación de riqueza frente a la importancia del espíritu, crea monstruos, mata ángeles y sobre todo hace olvidar la sencillez de lo monumental y lo ciclópeo de lo rutinario: el poder de una sonrisa, de unas buenas palabras, una sentida mirada, la bendición de un amanecer o el recogimiento áureo y cálido de una puesta de sol. Ese solaz que supone la observación del movimiento cotidiano de lo humano y lo celeste.

Los dioses trabajan en lo pequeño y en lo grande, en lo que se ve y lo que no se ve, en la forma y en el fondo de las cosas.

¿Trabajas tu el espíritu de que se te ha dotado? Cualquier talento recibido es una muesca que Dios deja en ti para que le sigas. Ningún talento pide dinero. Solo pide ser cultivado para llegar a la armonía. El dinero y el poder solo será un efecto secundario de tu talento y solo un instrumento del mismo sin la mayor importancia, si es que es necesario. Y este talento será tan sólido y piedra angular para tu vida tanto como seas capaz pulirlo convirtiéndolo en la piedra de atracción de energía que una divinidad puso ahí.

sábado, 12 de agosto de 2023

PENSAMIENTOS DEL ENFERMO ATRIBULADO

 Nada puede ser planificado. La planificación es siempre el juego del hombre y su ego: sano y creyente en su libre albedrío. Del joven soñador y romántico: de la fuerza vital aún sin eclosionar llena de energía. De la semilla : eso que es todo y nada a la vez.  También del loco o del moribundo que juega a ser ese hombre, como si nada pasase, lleno a veces de melancolía en el caso del moribundo, o de euforia en el caso del loco.

Es difícil planificar encontrándose mal. La única planificación que le queda sólida al enfermo atribulado por la muerte es la testamental.

Por eso una de las principales preocupaciones siempre del hombre reflexivo y sabio que aprendió la sabiduría del Árbol de la Vida, su contingencia y la certeza de su muerte, es su legado.

Todo legado por otro lado es efímero en la Eternidad. Pero si bajamos escalones en esa Eternidad a millones de años, de millones a miles, de miles a centurias, de centurias a décadas y de décadas a años podemos ir acoplando nuestra ambición y satisfacción a nuestras limitaciones humanas. Dejar una pequeña esperanza en la posteridad que redima nuestro ridículo y colosal ego.

Dentro de los legados el mas menospreciado por el hombre contemporáneo occidental son los hijos. Para las mentes mercantiles y productivas de nuestro tiempo no hay peor inversión que un hijo, pero desde que la Humanidad y las especies vivas nacieron no hay otra manera mas económica y con posibilidades de duración que procrear con éxito y hacer madurar esa procreación.

Para el hombre de sabiduría última, que solo mira en eones e infinitos, hasta los hijos se vuelven falaz engaño de Eternidad. Pero gracias a Dios, la Providencia, los Seres de Luz alienígenas que nos crearon o las fuerzas místicas o espirituales que unen el Universo en espacio y tiempo, esos hombres raros y escasos, con halo de locos o de iluminados, suelen legar el inefable hálito de la Religión o de los actos más duraderos, terribles o maravillosos de la Historia, pero también finalmente efímeros.

No se conoce por tanto acto más común y eterno entre los hombres que el deseo de amor que da lugar a la procreación haciéndola efectiva. Aún asi el hombre sufre ese destino, el más grande que posee, como un deseo de procrear que no puede controlar. De esa fuerza surge siempre el Amor como talismán y refugio de las ideas más nobles y viles. Y ese significado, por lo que estamos comentando, no es casualidad.

Hay gente que vive ese amor destruyendo su parte eterna, aquella que le hace tener descendencia:  miedo al dolor humano y poca esperanza en la humanidad, carencia espiritual y ambición material o por incapacidad física, principalmente en la modernidad por ignorancia de esto que afirmo.

Esa parte de su legado es la mas incierta y de raíces más fuertes, pero no es la única. La inspiración espiritual es siempre un legado muy poderoso a veces mayor que el de la materialidad y fuerza de la sangre. Hay hombres que perduran algún tiempo a veces miles de años por la inspiración en otros hombres. Esta fuerza puede llegar a ser tan fuerte, o al menos tan ilusoria en eternidad, como lo es la generación de otros seres humanos.

Entre las herramientas de legado más increíbles que nos han dejado nuestros ancestros la mas maravillosa de todas es el libro. Parece mentira que un tocho de papel pueda ser tan poderoso cuando cae en ciertas manos. ¡Su fuerza es incierta, pero que materia del futuro hecha por los hombres  tiene la certidumbre asegurada ¡

Muchos libros me han dejado marcado de manera indeleble y gracias al hálito de fuerza de sus creadores que desprendían sus páginas he podido yo escribir estas líneas con la humilde forma que me permite mi daimon, ese espíritu eterno, ese Espíritu Santo, nuestro Paráclito interior que por la gracia de Dios habita en nosotros hasta que vuelve a su Creador. Supongo que las grandes obras del espíritu son siempre construidas sobre los castillos y fortalezas mentales hechas por otros que se utilizan como base. Siempre la mayor gloria de alguien que escribe debe ser servir de semilla, de base de operaciones, de campamento base de una escalada mucho mayor que la de el mismo.

Siempre nos queda por tanto lanzar la botella al mar. Esa pequeña botella con un mensaje que sea rescatado por hombres para los que merezca la pena lanzar mensajes pidiendo auxilio o relatar el hallazgo de tesoros que solo algunos pueden descifrar.

domingo, 23 de abril de 2023

PREGUNTAS Y RESPUESTAS

 

¿Se puede admirar el Sol sin ser deslumbrado? ¿puede el hombre trabajar el futuro sin abandonar su presente? ¿Es la melancolía el elixir de los sabios y los eruditos que hace despreciar el presente y olvidar el futuro?

Muchas preguntas para un alma grande en un cuerpo pequeño. No se puede ser un alfeñique en la acción y desear ser un gigante del pensamiento. Lo desequilibrado siempre tiene algo de caricaturesco y monstruoso. No deja de ser una deformidad que deja ver la debilidad de los hombres y su vocación de payasos: esa profesión inmortal, la de cómico, que querida por el que la práctica es felicidad de muchos, pero que ,no querida, tragedia y hazmerreir de todos.

Escribir es siempre el refugio del cobarde. El valiente trabaja con sus manos y sus pies lo que el cobarde con su pluma. El que escribe no deja de ser alguien que deja para los demás la obra que pudo comenzar, empezar y terminar.

Solo el hombre que ha hecho algo tiene derecho a registrar lo realizado. O dicho de otra forma, tiene el derecho a registrar como fracasó brillantemente en sus intentos de hacerlo. El anciano por ello siempre tiene mas prestigio que el joven  escritor a la hora de lo que a escribir obras realmente clarificadoras sobre la existencia se refiere. El joven filósofo y escritor habla de lo que no ha hecho, hicieron otros o de aquello de lo que cree él que “es” y “sucedió”. El anciano suele hablar de aquello que sabe, intuye después de muchos años de vida o incluso da contenido mistérico o mítico a aquello de lo que nunca ha logrado saber.

Es cierto que la imaginación de los jóvenes suele ser siempre más prolífica que la de los ancianos, pero claro: eso diferencia normalmente las obras entre aquellas que enseñan y aquellas que distraen o confunden.

Muy pocos ancianos cogen la pluma porque son pocos los que creen que haya algo que merezca la pena contar. Es mejor siempre sufrir los fracasos (y los éxitos que te avergüenzan) en silencio y si es posible con aquellos seres queridos que dejas para luchar tus batallas.  

Ese terrible “fatum” de la vida te hace siempre pensar lo difícil que es construir algo que sea realmente tuyo o en lo que hayas participado que sea realmente grande, y no mandato de otros o demasiado vulgar, por lo que me merezca la pena coger una pluma en la madurez de tus días.

Tal vez el “no hacer” haya inspirado más tragedias escritas que “el hacer”. Y es más fácil llorar el tiempo perdido con manchas de tinta y lágrimas en el papel que dejar testimonio de una tarea realizada con tus manos y las de otros, que merezca la pena contar.

domingo, 1 de enero de 2023

La insoportable vaciedad de no tener destino

 

La insoportable vaciedad de no tener destino. Esa maldita sensación que nos acompaña cada vez que nuestro tiempo gotea malgastándose, deslizándose entre nuestras manos sin remisión, sin ninguna misericordia, sin contemplación posible.

Ese eterno retorno, pálido y esquelético de una rutina diaria, un trabajo que parece hecho para otros y que aparece como un espectro sin tumba, como el ajuar saqueado de una momia que no es la tuya, que te acompaña cada día en un quehacer que no parece hecho para ti, que te absorbe y te consume como la llama a la vela, sin dilación y sin pausa, ya sea en el éxito, cuanto peor en el fracaso, aderezado éste si sucede por trémulo dolor, por dejadez o error a pesar de la dedicación a esa nada, que lo es todo para el resto del mundo.

Nadie puede escribir esto sin avergonzarse en público, sin tener miedo a correr el riesgo de perder sus cadenas de oro con las que se engalana casi todos los días de su vida. Tener este terrible pensamiento inundando tu espíritu ahogado, solo con el deseo imposible de contarlo como una verdad divina, de gritarlo hasta el silencio abotargado de una lengua hinchada y una garganta herida. Como la prueba de fe del profeta, como el mensaje escupido por una divinidad que ilumina tu vida con una lampara que se aleja con mucha más celeridad de lo que tus pobres pies cansados y tus manos temblorosas y dubitativas pueden seguir.

Solo tras su paso va quedando oscuridad, delante de ti, dejándote sin ningún sendero que transitar que no choque con el mundo hostil que te rodea.

Así es siempre como se muestra el destino manifiesto antes de seguirlo como una caricatura o a quien no es capaz de seguirlo nunca. Ese camino a tu gloria imperecedera, a tu derrota más inmortal, esa senda que conoces pero que huyes por miedo a encontrarte contigo mismo, con tu dolor, con tu miseria y con una muerte que un día u otro llegará.

Ese espejo que refleja tu alma el cual nos quieres mirar por miedo a asustarte de tu propia imagen, por terror a ver tu fracaso o tu muerte reflejada, pensando que no siguiéndolo evitaras lo que ya por Dios te es dado, lo quieras o no, lo persigas o lo huyas, lo prediques o lo niegues.

Esa carta sellada, como la palabra de un dios, de los astros mismos, escrita en el cielo antes de nacer con los hechos de tu vida y con eco en los recovecos de tu alma, que se abre sin tu leerla, que se cita sin tu pedirlo, que se agita en tu interior sin tu desearlo. Siempre queriendo salir, haciéndote llorar o extasiarte soñando, haciéndote ver lo pequeño de tu ser en la inmensidad de la obra del universo y del mundo.