viernes, 12 de diciembre de 2014

Un horizonte por delante

No hay nada mas esperanzador, nada que produzca mas hormigueos en el estomago que un panorama despejado en el horizonte. De hecho no solo es asi sino que ademas, cuanto peor previamente estaba la situacion , cuanto mas aguaceros, vientos, tormentas o tifones ha habido ,mas exultante es la alegria del marino que vislumbra un horizonte apenas despejado o luminoso. Sin embargo , no puede haber mas estupor, desazon y tristeza en el hombre o viajero aquel que ,despues de travesias calidas y de vientos ligeros de suaves fragancias con olor a tierra ,se enfrenta a un borrascoso horizonte sin apenas salidas posibles. A una ventura en la cual ha participado con sus elecciones a veces ,solo indirectas, pero que un su derrota intuia una pesadilla aunque siempre improbable y lejana.

Ante eso nos encontramos: como marinos inermes ante la ineptitud de capitanes inexpertos y mas interesados en salvar su carga para venderla, a costa incluso del propio barco y su tripulacion, que  en hacer un viaje provechoso para todos.

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