lunes, 10 de agosto de 2015

Una cosmovision , una fe

Nuestra vision de las cosas depende nuestro  cosmos interior. Una manera de ver el mundo construida en la fe heredada de un orbe simbolico . El hombre ha alimentado su mente de otros espiritus que ha devorado. Los espiritus de cosas y hombres con los que ha disfrutado, sufrido , aprendido, amado y odiado. Cuando alguien escucha, mira, saborea o toca no ve la realidad. Solo la interpreta a traves de los espiritus que ha robado, esos espiritus que llamamos simbolos , una poderosa mitica de ideas. La magia y la energia de lo invisible. Como magos o chamanes antiguos vemos nuestro presente y nuestro futuro , incluso nuestro pasado al recordarlo, a traves de runas, poderosos fetiches que inundan la realidad energetica que absorbemos a traves de nuestros sentidos. La realidad se forja con el rayo, el trueno, la sangre, la tierra y el fuego. El rayo de la luz en los ojos, el trueno que aterra por los oidos, la sangre que lleva los simbolos amados y odiados ancestrales de nuestros antepasados y la tierra que tocamos con nuestras manos.
De semejante propia creacion solo sale algo positivo cuando esa mitica esta viva y se construye con cada paso de lo que nos sucede y de nuestra voluntad. Cuando marchitos y en podedumbre esos espiritus nos ocupan todo es incertidumbre. Por eso los hombres de estos tiempos lloran cuando piensan y rien cuando olvidan. Los niños solo rien porque sienten un volcan a sus pies. El magma que fluye es el constructor de sus mentes y solo la felicidad de devorar almas y espiritus deseosos de ser devorados por ellos es en si mismo una fuerza telurica que da felicidad.

A los hombres de hoy nos falta una cosmovision nueva. Simbolos que hayan sido llevados al fuego o ser destruidos en su pedestal salvo que un escultor pueda transformarlos dentro de un nuevo orden. Nuevos espiritus que llenen las runas sobre las que construimos el universo y el futuro a base de lanzarlas interpretando con ellas.

Ese debe ser nuestro empuje .Asi el alma que habite finalmente en nuestros hijos les dara una nueva libertad.

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