domingo, 18 de octubre de 2015

El temple de la justicia

Para ser alguien justo debes tener a veces un aspecto cruel. La justicia exige una crueldad medida. No todos los hombres pueden ser justos porque no todos tienen el temple que se necesita para ello aunque sus pensamientos sean justos y sus acciones sopesadas. Ser justo requiere abandonar el amor y la emocion el mundo de lo subjetivo en pos del equilibrio y una cierta armonia cosmica a veces extremadamente clara y destructiva. Tambien abandonar los deseos y otras fuerzas emocionales instantaneas. Por eso el hombre justo es tan escaso y suele morir de justicia, aislado u olvidado pero siempre recordado.

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